Siempre que estés a punto de criticar algo,
decide primero que vas a aportar como alternativa positiva.
Si no tienes ninguna alternativa, espera.
Entonces la crítica no hay que hacerla, porque es inútil.
Si dices que esta medicina no es buena, puede que tengas razón, pero, entonces, ¿dónde está la medicina adecuada? Al menos se está haciendo algo.
De modo que la crítica jamás trae la revolución. La crítica es buena como parte de un programa positivo. Así que primero decide el programa positivo y luego, sin perder de vista dicho programa, critica. Entonces tu crítica será muy valiosa, apreciada incluso por aquellos a quienes estas criticando. Nadie se sentirá ofendido por ella, porque al tiempo que criticas, continuamente mantienes una alternativa positiva en mente y luego propones algo.
Osho - Compasión
Que en otras palabras se podría decir:
Si no tienes nada que proponer, no tienes nada que criticar.
Para mí, la palabra criticar tiene connotación negativa.
Cuando se trata de algo positivo deja de ser una crítica, se convierte en una opinión – quizás con propuestas –
Cuando es “crítica constructiva” (toca añadirle una palabra para diferenciar) se está dando la idea de lo que creo mejor, de lo que pienso, lo que veo, no lleva un tono de queja, ni de desprecio, ni de juzgamiento. Aún así, le faltan ingredientes valiosos.
¿Cómo saber si fue constructiva o no una crítica?
Si la otra persona se pone a la defensiva o en actitud de justificación o si mi opinión no la tomó y me siento “dolido” por ello. Esto nos da pistas de que no hemos tenido en cuenta un par de ingredientes valiosos en las relaciones y por la tanto importante cuando damos nuestra opinión
· Respeto al libre albedrio. El otro tiene tanto derecho como yo, a ser, pensar o hacer lo que quiera. Si hace algo que traspasa mis limites ya no se trata de criticar, se trataría de hacerle observar los limites y hacerle un pedido de no invasión. Si respeto el libre albedrio, cual es el sentido de criticar?
· Reconocer que somos únicos. No hay otro igualito a mí, ni tiene que haberlo. Vivimos en un planeta de diversidad.
¿De dónde viene el hábito de criticar?
Creo que muchos de nosotros lo practicamos por repetición, creyendo que habría un beneficio, como si la critica nos aportara algo.
Sin embargo, cuando soy yo el criticado, ahí la cosa no se siente bien, nos sentimos rechazados o tristes por decir lo menos.
¿Hay alguien que disfrute ser criticado? Creo que no. Entonces, si sabemos que nos lastima
¿Qué nos hace creer que al otro si le viene bien una crítica?
O sea, criticamos por inercia no por que usemos el sentido común.
Criticar es pelear con la realidad.
Es decirle a la vida “creo que lo estás haciendo mal” y como dice Luis Diaz: “pelar con la vida es mal negocio, la vida es más poderosa”
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