Es uno de los
cultivos más antiguos de la humanidad. En la tumba del faraón Ramses III
(siglo XIII a.C.) hay indicaciones sobre su uso culinario. En la
tradición hindú, el sésamo representa el principio de la vida. En la
antigua Grecia era conocido y apreciado, recomendándolo Hipócrates en
sus escritos.
El origen de su uso y cultivo se pierde en la
noche de los tiempos. Se cree que procede de Oceanía, de donde paso a
India y luego llegó a Egipto.
Otras teorías lo conciben
originario de los Himalayas y hay quienes sugieren un origen africano.
El sésamo (Sesamum inducum) es una planta oleaginosa cuyo cultivo se ha
extendido a todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta.
Hay muchas variedades que producen semillas de distintos colores:
negras, marrones y blancas; éstas dan aceite más fino y de mejor
calidad.
En la antigua Grecia era muy apreciado y los soldados
llevaban una bolsita de supervivencia con semillas de sesamón.
Hipócrates y Discórides recomendaban sésamo en sus prescripciones
curativas. Los árabes la llamaban alcholcholén y de allí viene otro de
sus denominaciones: ajonjolí. En países de Oriente, como Japón y China,
el sésamo constituye un alimento tradicional, pues posee la facultad de
fortalecer el sistema nervioso, mejorar el metabolismo y prevenir varias
enfermedades, entre ellas la arteriosclerosis y la hipertensión
arterial, retardando el envejecimiento celular y favoreciendo la
longevidad. En la India es símbolo de inmortalidad, representando el
principio de la vida.
CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES
Las semillas de sésamo contienen una amplia variedad de principios
nutritivos de alto valor biológico.
Tienen un 52% de lípidos, de lo
cuales el 80% son ácidos grasos insaturados, principalmente omegas 6 y
9, lo cual les confiere una gran eficacia en la regulación del nivel de
colesterol en sangre.
Entre estos lípidos se encuentra la lecitina,
grasa fosforada que desempeña una importante función en el organismo: es
componente esencial del tejido nervioso, se encuentra en la sangre, el
semen, la bilis e interviene en la función de las glándulas sexuales. La
lecitina es un poderoso emulsionante que facilita la disolución de las
grasas en medio acuoso, previniendo el agotamiento nervioso y cerebral.
En la sangre mantiene disuelto el colesterol, evitando así su depósito
en las paredes arteriales (arteriosclerosis). El sésamo es, junto a la
soja, el vegetal más rico en lecitina.
El sésamo tiene un 20%
de proteínas, de alto valor biológico, formadas por 15 aminoácidos
distintos con una elevada proporción de metionina (uno de los 8
aminoácidos esenciales). Su valor proteico se potencia cuando se lo
combina con legumbres y cereales. Un ejemplo de esto es el hummus de
Medio Oriente, una pasta de sésamo y garbanzo; o el arroz con gomasio de
los orientales.
A nivel de vitaminas, el sésamo posee dos del
complejo B (B1 o tiamina y B2 o riboflavina), en cantidad mucho más
elevada que cualquier otra semilla oleaginosa. También aporta buena
cantidad de vitamina E (tocoferol), que es antioxidante y responsable de
los siguientes procesos orgánicos: retardar el envejecimiento, reducir
la tasa de colesterol, eliminar los metales tóxicos, mantener el tono
muscular y nervioso, la fertilidad, la virilidad y el índice de
coagulación. Además el sésamo posee vitaminas B3, B5, B6, K, ácido
fólico, biotina, inositol y colina.
En minerales es donde el
sésamo se destaca, sobre todo por su alto contenido de calcio
biodisponible, cuyo tenor es superior a cualquier alimento natural, a
excepción de algún tipo de queso duro (ciertas variedades superan los
1.100mg, contra los 120mg de la leche). Pero la relevancia del sésamo
respecto a los lácteos, es que también esta bien dotado de los minerales
necesarios para que ese contenido de calcio pueda ser fácilmente
asimilado por el organismo; nos referimos al magnesio, el fósforo, el
silicio, el cinc, el cobre y el boro. Además el sésamo posee la mayoría
de los demás nutrientes sinérgicos al calcio: ácidos grasos esenciales,
vitaminas y aminoácidos. También posee cantidades importantes de
potasio, hierro (10,4 mg contra 7,9 mg del “afamado” hígado), selenio,
yodo y cromo.
Otros componentes interesantes del sésamo son sus
antioxidantes, pertenecientes a la familia de los lignanos. Entre
ellos: sesamin, sesamolin, sesamol, sesaminol, sesamolinol y
pinoresinol. Estos compuestos fenólicos aportan estabilidad a los acidos
grasos presente en la semilla, razón por la cual el aceite de sésamo,
aún siendo poliinsaturado, es muy utilizado en la cocina oriental. Pero
más allá de esto, los antioxidantes del sésamo han demostrado producir
los siguientes efectos: retardan el envejecimiento celular, prolongando
la vida útil de las células; actúan contra hongos y bacterias; inhiben
el desarrollo de células cancerígenas; poseen acción antiparasitaria;
eliminan radicales libres, interrumpiendo procesos de oxidación celular;
se potencian con la vitamina E (alfa tocoferol) presente en la semilla,
mejorando su absorción en el organismo y, en consecuencia, su acción
antioxidante.
Completa la riquísima composición del sésamo, su
excelente calidad de fibra. Además de la fibra insoluble, están los
mucílagos presentes en la semilla, los cuales le confieren una suave
acción laxante y un importante efecto protector de la flora intestinal.
PROPIEDADES TERAPEUTICAS
En síntesis podemos concluir que se trata de un alimento de gran
calidad, alcalinizante de la sangre, energético, mineralizante,
reconstituyente muscular y nervioso, potenciador de la memoria y las
facultades intelectuales, protector circulatorio y laxante. Indicado en
estados carenciales como osteoporosis, debilidad ósea, pérdida del
cabello, caries, encogimiento de las encías y debilidad pulmonar.
El sésamo es útil frente a problemas nerviosos: agotamiento, estrés,
pérdida de memoria, depresión, irritabilidad, insomnio. Es un excelente
complemento nutritivo para personas sometidas a gran actividad mental o
intelectual. También ayuda a soportar exigencias físicas: prácticas
deportivas, embarazo, lactancia o períodos de convalecencia. Como
sumatoria de estas virtudes se explican sus tradicionalmente reconocidas
características afrodisíacas, pues ayuda a mantener la capacidad
sexual.
Otro campo terapéutico del este magnífico complemento
nutritivo es el de los problemas circulatorios. Su capacidad de
disminuir el colesterol en sangre lo hace indicado en arteriosclerosis,
prevención de infarto de miocardio y de trombosis arterial. También es
útil en casos de hemorroides e irregularidades menstruales (amenorrea y
dismenorrea). En otro orden, los yoguis hindúes recomiendan una ingesta
diaria de 25 gramos a fin de generar tejidos sutiles en el organismo.
USOS Y APLICACIONES
Hay muchas maneras de consumir las versátiles semillas de sésamo.
Además de aprovechar sus magníficas propiedades, se puede disfrutar de
su exquisito sabor, tanto en preparaciones saladas como dulces. Si bien
lo ideal es ingerir las semillas crudas, es muy difícil extraer su
riqueza interna, pues se requeriría una excelente y meticulosa
masticación. Por ello, es tan recomendado el popular Gomasio (que
significa "sal de sésamo"), de amplia difusión en Oriente para
condimentar cereales y verduras. Se realiza con un ligero tostado de las
semillas, las cuales luego se muelen y se mezclan con sal marina. El
gomasio ayuda a reducir el uso de sodio, sin sacrificar el sabor.
Incluso la versión sin sal (preferida por hipertensos) puede ser
utilizada en platos dulces, pues combina muy bien en postres y
desayunos. También el sésamo molido puede combinar con otras semillas;
es el caso del preparado Multisemilla, donde está mezclado con girasol y
lino; o el Queso Rallado Vegetal, donde además se agrega: germen de
trigo, levadura de cerveza y algas en polvo.
Otra antigua forma
de consumir el sésamo, es a través de pastas que se forman con las
semillas molidas. Si se mezclan con agua, obtenemos el Tahin; si se
mezclan con miel de abejas, se logra el Halva, exquisita pasta dulce y
energética, ideal para niños y adolescentes. En ambos casos el resultado
es un excelente concentrado de energía y vitalidad, que puede
consumirse a cucharadas, untado, o combinado con otros alimentos (con
pasta de garbanzos se obtiene el popular hummus). En el caso del Tahin,
también llamado manteca de sésamo, estamos en presencia de un excelente y
ventajoso sustituto de lácteos. No solo reemplaza a la manteca o a la
crema, sino que diluido permite obtener rápidamente una exquisita leche
de sésamo. También es conocido el uso del sésamo adicionado a productos
de panificación: tartas, panes, bizcochos, tortas y pastelería.
Menos difundido es el uso del aceite de sésamo. Es un aceite de gran
calidad y sobre todo de gran estabilidad. Esto se debe a su contenido en
compuestos antioxidantes, que le garantizan una larga vida e impiden
que se enrancien, tanto el aceite como los alimentos preparados con él
(panes, galletas, etc). Lo importante es que se trate de aceite de
primera presión en frío y sin proceso alguno de refinación; esto lo hace
de precio algo elevado para el consumo cotidiano y ello conspira contra
su masificación. Obtenido de semillas sin tostar (los comedores
orientales suelen usar la versión más aromática, realizada a partir de
semillas tostadas), también es un excelente aceite para masajes,
cosmética (previene la formación de arrugas y se usa como protector
solar) y terapia (regenera estrías post embarazo).
Las
propiedades del aceite de sésamo son muchas, y entre ellas vale resaltar
que su uso sobre la piel la revitaliza y es muy bueno en los
tratamientos contra la flacidez. Cuando es utilizado como mascarilla
para el pelo actúa contra la resequedad de éste y elimina las costras
que quedan en el cuero cabelludo.
En el verano es muy
utilizado como filtro solar de las radiaciones UVB, pero aparte nos
ayuda a broncearnos e hidratar la piel de forma natural. Y en invierno
si masajeas los pies un par de minutos con unas gotas de aceite de
sésamo verás cómo lograrás mantenerlos calientes por todo el día.
En medicina ayurveda es utilizado el aceite de sésamo para calentar y
nutrir el organismo, y también como tranquilizante del sistema nervioso.
También es utilizado como aceite de masaje por sus beneficios.
Es tan bueno para la piel que es utilizada en las grietas de las manos y
de los pies para curarlas. También es utilizada en caso de que hayan
dolencias reumáticas. Y se dice que su uso alarga la juventud. También
fortalece el sistema nervioso, reduce el colesterol, favorece el
pensamiento y la memoria y levanta el ánimo en casos de depresión
Otra Medicina y Prana