viernes, 18 de enero de 2013
**Un científico y su Experiencia Cercana a la Muerte...
Introducción: La
famosa revista Newsweek sorprendia a muchos en su edición de Octubre
2012 con una portada y un titular impactante:
"El cielo es real - La
experiencia de un Doctor
en el más allá".
La
revista publica un artículo escrito por un prestigioso neurocirujano
estadounidense que luego de haber vivido una Experiencia Cercana a la
Muerte (ECM), asegura haber visto y viajado al más allá.
Presentamos a continuación la traducción completa de la nota de Newsweek.
Como neurocirujano, yo no creía en el fenómeno de las experiencias
cercanas a la muerte. Hijo de un neurocirujano, crecí en un mundo
científico. He seguido el camino de mi padre y me convertí en un
neurocirujano académico, enseñando en Harvard Medical School y otras
universidades.
Entiendo
lo que ocurre en el cerebro cuando las personas están a punto de morir,
y siempre había creído que había una buena explicación científica
para los viajes celestiales fuera del cuerpo, descritos por aquellos que
escapaban a la muerte por poco. El cerebro es un mecanismo
sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado.
Si
se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más
pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que
habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con
historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún
lugar real. Aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de
título que de creencia real. No me molestaban los que querían creer que
Jesús era más que simplemente un buen hombre que había sufrido a manos
del mundo. Simpatizaba profundamente con aquellos que querían creer que
había un Dios en alguna parte ahí fuera que nos amaba
incondicionalmente.
De
hecho, envidiaba a esas personas la seguridad que esas creencias sin
duda les proporcionaban. Pero como científico, simplemente creía que
era incorrecto creer en eso. En el otoño de 2008, sin embargo, después
de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte
humana de mi cerebro, el neocortex, experimenté algo tan profundo que me
dio una razón científica para creer en la conciencia después de la
muerte. Se cómo pronunciamientos como el mio les suenan a los
escepticos, así que voy a contar mi historia con la lógica y el
lenguaje del científico que soy. Muy temprano por la mañana, hace
cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso.
En
cuestión de horas, mi corteza entera - toda la parte del cerebro que
controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia que nos hace
humanos - se había apagado.
Los
médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital
donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna
manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que
ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e. coli habían
penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro.
Cuando entré en la sala de emergencias aquella mañana, mis posibilidades
de supervivencia en algo más que un estado vegetativo ya eran bajas.
Pronto estas posibilidades cayeron a casi nulas. Durante siete días
estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuestas, mis funciones
cerebrales superiores totalmente fuera de línea. Luego, en la mañana de
mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se
suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe. No hay una
explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba
en estado de coma, mi mente - mi conciencia, mi yo interior - estaba
viva y bien. Mientras las neuronas de mi corteza cerebral fueron
aturdidas hasta su total inactividad por las bacterias que las habían
atacado, mi conciencia liberada del cerebro había viajado a una
diferente y mayor dimensión del universo: una dimensión que nunca había
creído que podía existir, y que mi viejo yo previo al coma hubiera
estado mas que feliz explicando que se trataba de una simple
imposibilidad. Pero esa dimensión, a grandes rasgos, la misma que
describen incontables personas que han vivido experiencias cercanas a la
muerte u otros estados místicos, está allí. Existe, y lo que vi y
aprendí allí me ha puesto literalmente en un mundo nuevo: un mundo en
el que somos mucho más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la
muerte no es el final de la conciencia, sino más bien un capítulo de un
vasto e incalculablemente positivo viaje. No soy la primera persona en
tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y
maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia
humana. Pero hasta donde yo se, nadie antes que yo haya viajado alguna
vez a esta dimensión mientras su corteza estaba completamente apagada,
y mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como
lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de
coma. Todos los argumentos principales en contra de las experiencias
cercanas a la muerte sugieren que estas experiencias son el resultado de
un mínimo, transitorio, o parcial mal funcionamiento de la corteza cerebral.
Sin
embargo, mi experiencia cercana a la muerte no tuvo lugar mientras mi
corteza estaba funcionando mal, sino mientras estaba simplemente
apagada.
Esto
se desprende claramente de la gravedad y la duración de mi meningitis, y
de la complicación cortical global documentada por los escaneos TC y
exámenes neurológicos. Según el conocimiento médico actual sobre el
cerebro y la mente, no hay absolutamente ninguna manera de que yo
pudiera haber experimentado ni siquiera una conciencia débil y limitada
durante mi tiempo en el estado de coma, y mucho menos la odisea hiper
vívida y completamente coherente que experimenté. Me tomó meses aceptar
lo que me pasó. No solo la imposibilidad médica de que había estado
consciente durante mi coma, pero más importante aún, las cosas que
sucedieron durante ese tiempo.
Hacia
el comienzo de mi aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes,
esponjosas, de color rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en
contraste con el profundo cielo negro-azul. Más alto que las nubes,
inconmensurablemente más alto, una multitud de seres transparentes y
brillantes se movÃan trazando arcos por el cielo, dejando largos trazos
como serpentinas detrás de ellos. ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras
las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero
ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran,
sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta.
Eran más avanzados. Formas superiores. Un sonido, enorme y retumbante
como un canto glorioso, descendió desde lo alto, y me pregunté si los
seres alados lo estaban produciendo.
Nuevamente,
pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de estas
criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir este
sonido, y que si la alegría no salía de ellos de esta manera entonces
simplemente no serían capaces de contenerla.
El
sonido era palpable y casi material, como una lluvia que se puede
sentir en tu piel, pero que no te moja. Ver y escuchar no estaban
separados en este lugar donde ahora estaba.
Podía
escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres
brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente,
alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar
ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con
ello de alguna forma misteriosa.
Una
vez mas, desde mi perspectiva presente, me permito sugerir que no se
podrÃa mirar “haciaâ€� nada en ese mundo en absoluto, porque la
palabra "hacia" en sà misma implica una separación que allà no
existÃa. Cada cosa era distinta, pero cada cosa era también una parte
de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en
una alfombra persa ... o en el ala de una mariposa. Se vuelve más
extraño aún. Durante la mayor parte de mi viaje, alguien más estaba
conmigo. Una mujer. Ella era joven, y me acuerdo de cómo era en detalle.
Tenía los pómulos altos y ojos profundamente azules. Trenzas doradas
enmarcaban su hermoso rostro. La primera vez que la vi, estabamos juntos
cabalgando sobre una superficie con un intrincado patrón, que después
de un momento me di cuenta que era el ala de una mariposa.
De
hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros, enormes y
agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y volvían de
nuevo a nuestro alrededor.
Era un río de vida y color, moviéndose a través del aire.
La
vestimenta de la mujer era simple, como la de un campesino, pero sus
colores en polvo azul, índigo y pastel de naranja-durazno tenían la
misma abrumadora y super vívida vitalidad que todo lo demás.
Ella
me miró con una mirada que, si la vieras durante cinco segundos, haría
que tu vida entera hasta ese punto valiera la pena, sin importar lo que
haya ocurrido en ella hasta ahora.
No
era una mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada
que de alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los
diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo
superior, que contenía todos estos tipos de amor en si mismo, mientras
al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos. Sin pronunciar una sola
palabra, ella me habló. El mensaje me atravesó como un viento, y al
instante comprendí que era cierto.
Lo
supe de la misma manera en que supe que el mundo que nos rodeaba era
real, no era una fantasía pasajera e insustancial. El mensaje tenía
tres partes, y si tuviera que traducirlas al lenguaje terrenal, sería
algo como esto: "Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para
siempre." "No tienes nada que temer." "No hay nada que puedas hacer
mal." El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio.
Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había
estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente.
"Te vamos a mostrar muchas cosas aquí", dijo la mujer, una vez más, sin
llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su
esencia conceptual.
"Pero
eventualmente vas a regresar". Para ello, solo tenía una pregunta.
¿Regresar a dónde? Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los
días más perfectos de verano, sacudiendo las hojas de los Ãrboles y
fluyendo como agua celestial.
Una
brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a mi alrededor
en una octava incluso más alta, una vibración más alta. A pesar de que
aun tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la idea que
tenemos en la Tierra, sin decir palabras comencé a formular preguntas a
este viento, y al ser divino que sentía que trabajaba detrás de mí o
dentro de mí. ¿Dónde está este lugar? ¿Quien soy yo? ¿Por qué estoy
aquí? Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la
respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor
y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo.
Lo más importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas abrumándolas.
Respondían
a las preguntas, pero de una forma que pasaba el lenguaje por alto. Los
pensamientos me entraban directamente. Pero no era pensamiento como lo
experimentamos en la Tierra. No era vago, inmaterial o abstracto.
Estos
pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y
más húmedos que el agua, y mientras los recibía era capaz de comprender
al instante y sin esfuerzo conceptos que me habría llevado años
comprender plenamente en mi vida terrenal. Seguí avanzando y me encontré
ingresando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en
tamaño, pero también infinitamente reconfortante.
Era
profundamente negro pero a la vez rebosante de luz: una luz que
parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más cerca de mí.
El orbe era una especie de intérprete entre mí y esta vasta presencia que me rodeaba.
Era
como si yo estuviera naciendo a un mundo más grande, y el propio
universo era como un útero cósmico gigante y el orbe (que sentí estaba
conectado de alguna manera con, o incluso era idéntico a la mujer sobre
el ala de la mariposa) fue guiándome a través de él. Más tarde, cuando
volví, me encontré con una cita del Siglo XVII, del poeta cristiano
Henry Vaughan, que estuvo muy cerca de describir este lugar mágico, este
núcleo vasto y negro como tinta, que era el hogar de la misma
Divinidad. "Hay, dicen algunos, en Dios, una oscuridad profunda pero
deslumbrante" Eso era exactamente: una negra oscuridad que también
estaba rebosante de luz. Sé muy bien cuan extraordinario, cuan
francamente increíble, todo esto suena.
Si
alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta
en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo
el hechizo de algún delirio.
Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida.
Eso
incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. Lo que me
pasó exige una explicación. La física moderna nos dice que el universo
es una unidad que es indivisible. Aunque parece que vivimos en un mundo
de separación y diferencia, la física nos dice que debajo de la
superficie, cada objeto y acontecimiento en el universo está
completamente entretejido con todos los demás objetos y eventos. No hay
verdadera separación. Antes de mi experiencia de estas ideas eran
abstracciones. Hoy son realidades. El universo no solo está definido por
la unidad, sino también, ahora lo se, definido por el amor. El universo
como lo experimenté en mi estado de coma es - he descubierto con
sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús
habían hablado en sus (muy) diferentes maneras. He pasado décadas como
neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas
de nuestro país. Se que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en
el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza,
genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de
cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que
ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros.
Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies.
Lo
que me pasó la destruyó, y tengo la intencion de pasar el resto de mi
vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo
el hecho de que somos más, mucho mas, que nuestro cerebro físico, lo
más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la
gente en general. No espero que esto sea una tarea fácil, por las
razones que he descrito anteriormente. Cuando el castillo de una vieja
teoría científica comienza a mostrar líneas de falla, al principio nadie
quiere prestar atención.
En
primer lugar, el antiguo castillo simplemente ha tomado mucho trabajo
para ser construido, y si se cae, uno completamente nuevo tendrá que ser
construido en su lugar. Esto lo aprendí de primera mano después de que
estuve lo suficientemente bien como para volver a salir al mundo y
hablar con otras personas -personas, es decir, que no sean mi sufrida
esposa, Holley, y nuestros dos hijos-, acerca de lo que me había pasado.
Las miradas de incredulidad , especialmente entre mis amigos medicos,
pronto me hicieron ver la gran tarea que tendria para que la gente
comprendiera la enormidad de lo que habia visto y experimentado esa
semana mientras mi cerebro estaba apagado. Uno de los pocos lugares en
los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que
antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia.
La
primera vez que entre en una iglesia después de mi coma, veía todo con
ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa
belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba.
Las
notas bajas profundas del órgano me recordaron como los pensamientos y
emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti.
Y,
lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus
discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi
viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun
más grande e insondablemente glorioso que el que me habÃían enseñado en
la escuela dominical. Hoy en día muchos creen que las verdades
espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la
ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia
tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí. Pero ahora
entiendo que esta opinión es demasiado simple. El hecho cierto es que la
imagen materialista del cuerpo y el cerebro como los productores, en
lugar de los vehículos, de la conciencia humana, esta condenada.
En
su lugar, una nueva visión de la mente y el cuerpo va a surgir, y de
hecho ya está emergiendo. Este punto de vista es científico y espiritual
en igual medida y valorará lo que los mas grandes cientificos de la
historia siempre se han valorado por sobre todo: la verdad. Esta nueva
imagen de la realidad tomará mucho tiempo en armarse. No va a estar
terminada en mi tiempo, o incluso, sospecho, tampoco en el tiempo de mis
hijos. De hecho, la realidad es demasiado vasta, demasiado compleja y
demasiado irreductiblemente misteriosa para que una imagen de ella
alguna vez llegue a estar absolutamente completa.
Pero,
en esencia, esta imagen mostrara al universo en evolución,
multidimensional, y conocido en detalle hasta cada uno de sus últimos
átomos por un Dios que nos cuida mucho más profunda y apasionadamente
que cualquier padre que alguna vez haya amado a su hijo. Aun sigo siendo
un doctor, y aun sigo siendo un hombre de ciencia, casi exactamente
igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero en un nivel
más profundo soy muy diferente a la persona que era antes, porque he
podido vislumbrar esta imagen de la realidad que está surgiendo. Y
puedes creerme cuando te digo que va a valer la pena cada pequeño paso
de la labor que nos llevará, y a los que vienen después de nosotros,
para llegar a comprenderla bien. Dr. Eben Alexander,
The Daily Beast, 08 de Octubre 2012 Fuente original: http://www.thedailybeast.com/newsweek/2012/10/07/proof-of-heaven-a-...
Traducción: Sebastián Alberoni
miércoles, 16 de enero de 2013
♥ CANSANCIO Y FATIGA EXTREMA: ♥
Éste síntoma es el más característico y generalizado.
El motivo es el intenso estrés que recae en el cuerpo cuando el ser físico está intentando realinearse con todo, manejar experiencias y sensaciones nuevas, patrones de vida q ya no encajan, modelos alimenticios poco saludables, y encontrar equilibrio entre la intensidad y el caos.
El aumento de la frecuencia vibratoria de la tierra, la disminución del magnetismo terrestre y el "bombardeo" cada vez más intenso de partículas súper energéticas que llegan desde el centro de la galáxia y desde el centro de la tierra, aceleran todo su metabolismo, sin que lo percibas, están modificando la materia.
Esto sobre exige tu sistema nervioso central casi sin descanso, porque además el sistema endócrino está constantemente reequilibrándose a causa de éstas modificaciones.
También puedes sentir dolores en diferentes partes del cuerpo que todos los días van rotando de lugar.
Ahora te das cuenta porqué todo sale a la superficie...?
El mayor trabajo que realiza toda la constitución física es cuando duermes, tal como les sucede a los bebés.
Por lo tanto, sean amables con ustedes mismos y descansen cuando lo necesiten.
Mediten o hagan algún ejercicio para reciclar la energía, y aliméntense con lo que su cuerpo le indique.
- ¡Cuando encuentren nuevas maneras de vivir, el agotamiento cesará y redescubrirán su alegría y el verdadero significado de su existencia! -
Mientras tanto... descansar, descansar y descansar!
lunes, 14 de enero de 2013
ADN Cambios... dolores fisicos, tristeza, llanto, todo tipo de cambios... pasarán!
Síntomas físicos y cambios en el ADN
A medida que nuestra Semilla de Cristo va despertando en nuestro interior, se van produciendo intensos cambios a nivel de nuestro ADN que se manifiestan en nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual. Los dolores, las tristezas, las inseguridades, las dudas, etc... todo esto pasará. Son los desafíos que nos trae la Nueva Energía.
Los dolores fisicos, especialmente en el cuello, hombros y espalda. Este es el resultado de intensos cambios a nivel de vuestro ADN a medida que la "semilla de Cristo" va despertando en vuestro interior. Todo esto pasará.
* Sentimiento de profunda tristeza interior sin razon aparente. Estais liberando vuestro pasado (esta vida presente y otras) y esto causa este sentimiento de tristeza. Es parecida a la experiencia de dejar una casa en la que vivisteis durante muchos años para trasladaros a una nueva. Cuanto mas querrais trasladaros a esta nueva casa, mas experimentareis la tristeza de dejar detras vuestro los recuerdos, energia y experiencias de la antigua casa. Todo esto tambien pasara.
* Llorar sin razon aparente. Similar al punto anterior. Es bueno y sano dejar correr las lagrimas. Ayuda a liberarse de la vieja energia interior. Todo esto pasara.
* Cambios repentinos en el trabajo o en la profesion. Sintoma muy comun. Cuando estais cambiando, las cosas a vuestro alrededor tambien cambian. No os preocupeis acerca de encontrar el trabajo o la profesion perfecta. Todo esto pasara. Estais en periodo de transicion, y debereis pasar por muchos cambios de trabajo antes de encontrar el que realmente os apasiona.
* Alejarse de las relaciones familiares. Estais conectados a vuestra familia biologica a traves del karma pasado. Cuando acabeis el ciclo karmico, los vinculos establecidos con las relaciones se liberaran. Aunque pueda pareceros que la relacion con vuestra familia y amigos va a la deriva. Todo esto tambien pasara. Pasado un tiempo, podrias desarrollar de nuevo la relacion con ellos si fuese apropiado. De todas maneras, esa nueva relacion estara basada en la nueva energia, sin vinculos karmicos.
* Patrones de sueño anormales. Puede ocurrir que os desperteis muchas noches entre las 2 y las 4 de la madrugada. Hay mucho trabajo por hacer en vuestro interior, lo que hace que a menudo se necesite un "respiro". No os preocupeis. Si no podeis coger el sueño otra vez, levantaros y haced alguna cosa en lugar de quedaros en cama y preocuparos por asuntos humanos. Todo esto tambien pasara.
* Sueños intensos. Podrian incluirse sueños con contenido de batallas o guerras, sueños en los que sois perseguidos o sueños con monstruos. Estais literalmente liberando viejas energias de vuestro interior, estas energias del pasado, a menudo son representadas como guerras, o que correis para escapar de algun monstruo, etc. Todo esto pasara.
* Desorientacion fisica. Algunas veces os sentireis como si no pisais el suelo. Os sentireis "desafiados por el espacio", con la sensacion de no poder poner los pies en el suelo o de andar entre dos mundos. Durante la transicion de vuestra conciencia hacia la nueva energia, el cuerpo se puede quedar rezagado. Pasad mas tiempo en la naturaleza para enraizar la nueva energia en vuestro interior. Todo esto pasara.
* Incremento de las "conversaciones con uno mismo". Os encontrareis hablando con vuestro Ser interno mas a menudo. De pronto, os dareis cuenta de que habeis estado de chachara con vosotros mismos durante la ultima media hora. Hay un nuevo nivel de comunicación asentandose en vuestro ser, estais experimentando la punta del iceberg con vuestra charla interna. Se incrementaran las conversaciones, y se haran mas fluidas, mas coherentes, y mas visionarias. No os estais volviendo locos, sois Shaumbra yendo hacia la nueva energia.
* Sentimientos de soledad, aunque esteis en compañía de otros. Podriais sentiros solos y separados de los demas. Podriais sentir el deseo de "huir" de los grupos o de la multitud. Como Shaumbra, estais caminando por el sendero solitario y sagrado . Cuanta mas ansiedad os causen estos sentimientos de soledad, tanto mas os sera dificil compartirlos con los demas en esos momentos. Los sentimientos de soledad tambien estan asociados con el hecho de que vuestros Guias se alejan. Han estado con vosotros en todos vuestros viajes, en todas vuestras vidas. Era ya el momento de irse para que pudieseis llenar vuestro espacio con vuestra propia divinidad. Todo esto tambien pasara. La voz interior se llenara con el amor y la energia de vuestra propia conciencia Cristica.
* Perdida de la pasion. Podriais sentiros totalmente desapasionados, sin o con poco deseo hacia las cosas. Esta bien asi, esto tambien es parte del proceso. Tomaros vuestro tiempo "para-no-hacer-nada". No lucheis con vosotros mismos por ello, porque todo esto pasara. Es parecido a reiniciar el ordenador. Necesitais parar durante un periodo breve de tiempo para poder cargar el nuevo y sofisticado software, o en este caso, la nueva energia de la semilla-Cristica.
* Un profundo anhelo de volver a Casa. Esta es quizas la condicion mas dificil y desafiante de todas. Podriais experimentar un profundo e irresistible deseo de dejar el planeta y retornar al Hogar. No es un sentimiento "suicida". No esta basado en la ira o la frustracion. No quereis hacer ningun drama, ni de cara a vosotros mismos ni de cara a los demas. Hay una parte muy calmada en vosotros que quiere volver a Casa. La raiz de ese sentimiento es bastante simple. Habeis completado vuestro ciclo karmico. Habeis completado el contrato con la vida actual. Estais ya listos para empezar una nueva vida mientras estais aun en el cuerpo fisico.
* Durante este proceso de transicion, tendreis recuerdos internos de tal como es estar en el otro lado. Estais preparados para aceptar los desafios que comportara entrar en la Nueva Energia? Si, de hecho, podriais volver a Casa en este mismo momento. Pero habeis hecho un largo camino, y despues de muchas vidas, seria vergonzoso dejarlo todo antes que terminase la pelicula. Ademas, el Espiritu os necesita para ayudar a otros a hacer la transicion hacia la nueva energia. Necesitaran un guia humano, como tu, que ha tomado ya el camino de la vieja energia a la nueva. El sendero por el que estais caminando en estos momentos os provee de las experiencias que os capacitaran para llegar a ser Maestros del Nuevo Humano Divino. A pesar de que vuestro viaje os pueda parecer oscuro y solitario, recordad que nunca estais solos.
Copyright 2001 por Geoffrey Hoppe, Golden, CO.
Preparado en colaboracion con Tobias del Circulo Carmesi (The Crimson Circle)
Por favor, distribuir libremente sin proposito comercial.
**Despierta mi Diosa Interna... despierta...
" Canto a la Diosa que hay en Mí..."
Hoy despierto y honro a la Diosa que hay en mí...
que vive y sueña con un Mundo mejor...
con el dolor telúrico de la Madre Tierra...
A la Mujer que llora por los hijos de sus Hermanas
sin
Fronteras como si fueran los suyos propios...
de una relación
y se reinventa para aprender
a amarse cada día más...
A la Mujer que crea Obras Hermosas
con sus Manos de
Artista
y las ofrece al Universo para trascender...
y entrega su Baile de Hada en el acto sagrado del Amor...
A la Mujer que con mil manos toma hoy sus
responsabilidades sin descuidar ninguna y aprende a disfrutar de todas...
A la Mujer que sabe esperar por las Oportunidades de
Éxito en su vida sin amargarse ni lamentar...
A la Mujer que con Hilos de Nieve en su cabeza
valora con sabiduría aquello que es verdaderamente
importante...
A la Mujer que quiere ser Mujer sin poses, sin máscaras,
que fluye libre en su Esencia Femenina, sin complejos ni
manipulaciones...
Hoy canto y honro a la Diosa que hay en mí...
para sostener la Vida y la Fe
Soy la Diosa que la Tierra ha parido para asombrar
al Mundo con su Mágica y Especial Presencia
Soy la Diosa que no compite ni mora en ningún Panteón
porque su Altar está en su propio Corazón
Revivo a la Diosa que hay en mí para mirarme agradecida en
los Ojos de cada Mujer en la Negra, en la Blanca, en la Roja, en la Amarilla...
de cada Mujer porque Mi Alma es su Alma...
Mi risa y mi llanto son también suyos...
Mi Luz es su Luz...Mi Esencia es su Esencia
Mi Perdón es su Perdón...
Mi Sanación es su Vitalidad
Mi Valía es la suya...
Porque Todas somos UNA...!
TODAS Somos Alma...!
TODAS Somos Vida!
Elcira M. Chacón
Marzo, 2012
domingo, 13 de enero de 2013
**7 PERSONALIDADES DE LA GENTE TOXICA...
1. Los negativos.
Ven el mundo a través de lentes oscuros. Y a ti te toca la ardua tarea de elevarles el ánimo, lo cual es como subir una piedra montaña arriba. `Tengo que buscar trabajo’, dice ella. `Ahora hay muchas oportunidades en tu campo’, le dices tú. `Sí, pero a mi edad…’, apunta ella. `La experiencia vale de mucho’, señalas. `Ay, pero las empresas pr
efieren personas jóvenes…’. Llega el momento en que tú, que tratabas de animarla, acabas más deprimida que ella, y temiendo por tu futuro laboral.
2. Los quejosos.
Se pasan la vida lamentándose de lo mismo —y `lo mismo’ puede ser la pareja, el empleo, los hijos, la economía—, pero nada hacen para cambiar la situación. En realidad, esta persona solo quiere quejarse, pues esto le produce un alivio momentáneo. ¿Tú? Después de una sesión maratónica de quejas, en la que al final nada se resuelve, acabas drenada.
3. Los criticones.
Ponen objeción a todo lo que dices y haces; para ellos, tú nunca das la talla. Por supuesto, insisten en que las críticas son `por tu bien’. Pero la realidad es que te dejan por el piso. Por regla general, estas personas le encuentran un defecto a todo: la película, la cena, el servicio en el restaurante… ¡Son irritantes y ¡agotadoras!
4. Los belicosos.
Cualquier incidente, por mínimo que sea, provoca en ellos una reacción agresiva. Sientes que debes vigilar lo que dices o haces, para no encender la pólvora, porque cuando estallan, ¡arde Troya! Esto apaga tu espíritu.
5. Los débiles e indefensos.
Constantemente necesitan que hables por ellos, los defiendas, los apoyes, los protejas… porque ellos, pobrecitos, no saben valerse por sí mismos. Pero, sin duda, llevar todo ese peso sobre tus espaldas te quita hasta la última gota de energía. ¿Ellos? Tranquilos y felices, porque no tienen que hacerse responsables por sí mismos. En este grupo hay que incluir a los `poca cosa’ que practican la agresión pasiva; esos que, después de un desacuerdo, te juran que no te guardan rencor… pero luego se olvidan, por ejemplo, de pasar por ti a la hora acordada. Es su forma indirecta de castigarte.
6. Los sarcásticos.
Sus comentarios —crueles, burlones, en fin: sarcásticos— pueden resultar chistosos, pero cuando ese humor negro siempre va dirigido a ti, acaba por minar tu espíritu. Después de una sesión de ironías y comentarios ácidos, te sientes dolida e insultada.. Su humor hiriente es tóxico para el alma, porque siempre golpea donde más duele.
7. Los catastróficos.
Siempre están hablando de huracanes, enfermedades, muertes, desgracias y colapsos económicos. Para ellos, la vida es un peligro inminente, y si algo va a ocurrir, seguramente será muy malo. Cinco minutos con ellos acaban con tus nervios.
Los pasos claves para protegerte
1. Reconocerlos. Determina en qué categoría cae esa persona que te deja drenada anímicamente. De esta manera nunca te toma desprevenida, pues ya sabes cómo opera.
2. Mantener el balance interior. Para evitar el contagio, muchas veces entender por qué esa persona tiene ese efecto sobre ti, te ayuda a protegerte de su influencia negativa. Cuando sabes que es ella, y no tú, la que tiene un problema (porque es negativa, belicosa, catastrófica, etc.), puedes mantener una distancia emocional que te permite observar su comportamiento `desde afuera’, sin que te afecte.
3. Alejarte. Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir la relación. Muchas veces la costumbre nos `ata’ a amistades tóxicas.
4. Sanar la relación. Si la relación es importante para ti, Cheryl Richardson aconseja que le dejes saber a esa persona de qué manera te está afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el momento oportuno, cuando ambas estén en buenos términos, debes llamarla aparte y dejarle saber que, justamente porque la quieres y valoras la relación, tienes algo que decirle. `Cuando haces/dices tal cosa, yo me siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo hagas más’. Esto puede iniciar un diálogo muy sano para las dos.
Ven el mundo a través de lentes oscuros. Y a ti te toca la ardua tarea de elevarles el ánimo, lo cual es como subir una piedra montaña arriba. `Tengo que buscar trabajo’, dice ella. `Ahora hay muchas oportunidades en tu campo’, le dices tú. `Sí, pero a mi edad…’, apunta ella. `La experiencia vale de mucho’, señalas. `Ay, pero las empresas pr
efieren personas jóvenes…’. Llega el momento en que tú, que tratabas de animarla, acabas más deprimida que ella, y temiendo por tu futuro laboral.
2. Los quejosos.
Se pasan la vida lamentándose de lo mismo —y `lo mismo’ puede ser la pareja, el empleo, los hijos, la economía—, pero nada hacen para cambiar la situación. En realidad, esta persona solo quiere quejarse, pues esto le produce un alivio momentáneo. ¿Tú? Después de una sesión maratónica de quejas, en la que al final nada se resuelve, acabas drenada.
3. Los criticones.
Ponen objeción a todo lo que dices y haces; para ellos, tú nunca das la talla. Por supuesto, insisten en que las críticas son `por tu bien’. Pero la realidad es que te dejan por el piso. Por regla general, estas personas le encuentran un defecto a todo: la película, la cena, el servicio en el restaurante… ¡Son irritantes y ¡agotadoras!
4. Los belicosos.
Cualquier incidente, por mínimo que sea, provoca en ellos una reacción agresiva. Sientes que debes vigilar lo que dices o haces, para no encender la pólvora, porque cuando estallan, ¡arde Troya! Esto apaga tu espíritu.
5. Los débiles e indefensos.
Constantemente necesitan que hables por ellos, los defiendas, los apoyes, los protejas… porque ellos, pobrecitos, no saben valerse por sí mismos. Pero, sin duda, llevar todo ese peso sobre tus espaldas te quita hasta la última gota de energía. ¿Ellos? Tranquilos y felices, porque no tienen que hacerse responsables por sí mismos. En este grupo hay que incluir a los `poca cosa’ que practican la agresión pasiva; esos que, después de un desacuerdo, te juran que no te guardan rencor… pero luego se olvidan, por ejemplo, de pasar por ti a la hora acordada. Es su forma indirecta de castigarte.
6. Los sarcásticos.
Sus comentarios —crueles, burlones, en fin: sarcásticos— pueden resultar chistosos, pero cuando ese humor negro siempre va dirigido a ti, acaba por minar tu espíritu. Después de una sesión de ironías y comentarios ácidos, te sientes dolida e insultada.. Su humor hiriente es tóxico para el alma, porque siempre golpea donde más duele.
7. Los catastróficos.
Siempre están hablando de huracanes, enfermedades, muertes, desgracias y colapsos económicos. Para ellos, la vida es un peligro inminente, y si algo va a ocurrir, seguramente será muy malo. Cinco minutos con ellos acaban con tus nervios.
Los pasos claves para protegerte
1. Reconocerlos. Determina en qué categoría cae esa persona que te deja drenada anímicamente. De esta manera nunca te toma desprevenida, pues ya sabes cómo opera.
2. Mantener el balance interior. Para evitar el contagio, muchas veces entender por qué esa persona tiene ese efecto sobre ti, te ayuda a protegerte de su influencia negativa. Cuando sabes que es ella, y no tú, la que tiene un problema (porque es negativa, belicosa, catastrófica, etc.), puedes mantener una distancia emocional que te permite observar su comportamiento `desde afuera’, sin que te afecte.
3. Alejarte. Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir la relación. Muchas veces la costumbre nos `ata’ a amistades tóxicas.
4. Sanar la relación. Si la relación es importante para ti, Cheryl Richardson aconseja que le dejes saber a esa persona de qué manera te está afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el momento oportuno, cuando ambas estén en buenos términos, debes llamarla aparte y dejarle saber que, justamente porque la quieres y valoras la relación, tienes algo que decirle. `Cuando haces/dices tal cosa, yo me siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo hagas más’. Esto puede iniciar un diálogo muy sano para las dos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)