El hombre es mucho más de lo que se ve. Su cuerpo físico, el color de los ojos, la piel, no son sino la pequeña parte que sirve de vehículo al Ser, que como tal necesita en su encarnación en la Tierra para manifestarse y actuar.
Además de lo que se ve, el Ser está conformado, ES, otra serie de cuerpos que -para simplificarlo- se podrían describir de la siguiente manera:
*El cuerpo de la persona está envuelto por varias capas que son como cáscaras, una encima de la otra, mucho más grandes en tamaño cada una que la anterior y -aunque bien definidas entre ellas- forman parte de lo mismo.
*Las emociones y sentimientos constituyen una de las primeras cáscaras cerca del cuerpo. El intelecto, los pensamientos, se ubican inclusive por encima de los sentimientos.
*Por aquí están los "filtros" (los llamaremos así porque impiden a otros factores manifestarse): Temores, traumas, vicios, conflictos no resueltos, vivencias personales que no fueron asimiladas para el crecimiento. Si hubieran sido elaboradas positivamente no entorpecerían el accionar diario del individuo como entidad física.
*Muchas veces se da en las relaciones humanas que las desavenencias están condicionadas por estos filtros y afectan a tal punto las decisiones, que los protagonistas sucumben ante ellos y pierden control sobre su propio destino.
*Por encima de todo esto -otra cáscara- está la conexión con el Espíritu, la Esencia Divina, la chispa de Dios. Los deseos reales vienen de este plano. Al bajar, los filtros los deforman y no pueden expresarse tal como fueron concebidos.
*Cuando una decisión no está condicionada por ningún filtro, la persona se siente plena y dueña de su destino. Por el contrario, una marcada sensación de incomodidad e infelicidad y una sofocante sensación de opresión en el pecho, más la idea de estar yendo "contra la corriente", denotan la presencia de estos filtros indeseados.
*Es importante dejar en claro que estos filtros actúan con el pleno consentimiento del individuo, en planos en donde es difícil localizarlos. Estos planos son parte del individuo, se conocen en un nivel del que no se es consciente, pero como en definitiva son uno, se les permite actuar desde esa inmensidad que cada hombre realmente es.
*El perdón juega un papel fundamental en este asunto: Llega un punto en la vida de las personas en donde no se puede culpar mas a los demás por lo que se es o se deja de ser.
De niños o adolescentes no es posible hacerlo, pero de adultos, cargar culpas sobre los demás por las malas que "le tocan" es una decisión libre que también se toma. Si se perdona -a los padres, a los amados, en definitiva, a uno mismo- se disuelven los filtros y se permite que se integren positivamente en el ser. Así los deseos reales pueden manifestarse y se puede vivir acorde a lo que se quiere y se necesita.
Suena tan fácil y es tan extremadamente complicado encontrarle la vuelta que muchas personas necesitan incontables vidas para resolver antiguos conflictos.
El método que utilizan los psicólogos consiste en indagar dolorosamente en las capas más bajas de la personalidad, para ir subiendo hasta llegar a donde están los filtros y luego, a los deseos reales. Es mucho más simple pedir ayuda a "los de arriba". Se trabaja de arriba hacia abajo, se recibe la ayuda solicitada y se perdona sin necesidad de encontrarle la explicación a las cosas, porque a veces ni siquiera parecen tenerla.
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