*.- Por su contenido de omega 3 ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos.
*.- Proporciona sensación de saciedad ayudando a controlar el apetito. Al poner la chia en el agua la semilla crece porque absorbe varias veces su peso en agua por esta razón da la sensación de llenura.
*.-Ayuda a regular la coagulación de la sangre, células de la piel, membranas, mucosas y nervios. Esto favorece la regeneración de los tejidos y por esta razón la usan algunos atletas.
*.- Permite el crecimiento y la regeneración de tejidos durante el embarazo y lactancia.
*.- La chia es la mayor fuente vegetal de ácido grasos omega-3. Estas grasas también contenidas en la linaza y el pescado de agua fría son esenciales para la salud
* Contiene proteínas completas proporcionando todos los aminoácidos esenciales. Esto es importante para las personas vegetarianas
*mejora la salud cardiovascular
* facilita la digestión
* aumenta la inmunidad
*mejora la movilidad y funcionamiento de las articulaciones
*refuerza los niveles de energía y concentración.
Cómo usar las semillas de chía
Una fuente de omega 3 y propiedades varias
Las semillas de chía son una de las mejores fuentes de fibra y ácidos grasos omega 3 que existen. Pero muchos no saben cómo emplear esta gran fuente de propiedades.
Las semillas de chía son perfectas para mejorar la salud en todo sentido, ya que son nutricionalmente muy completas. Es que tienen muchas propiedades para ofrecerte, comenzando por sus ácidos grasos de buena calidad (omega 3) y también por su fibra.
Estas semillas, de origen inca, son muy requeridas por su capacidad para luchar contra el colesterol. Pero también sirven para perder peso y muchas otras cosas más. La pregunta es: ¿cómo utilizarlas? No tienes más que seguir algunos de los consejos que puedes ver a continuación y así encontrarás muchas formas de obtener provecho de ellas.
Estas son algunas de las formas de usar las semillas de chía:
Cómo activarlas: Si bien las semillas de chía pueden consumirse espolvoreadas sobre un yogur, una ensalada o mezcladas con otras de su misma clase, activarlas previamente puede traer mejores resultados. Es que así sueltan mejor su fibra previamente y se digieren con mayor facilidad. Son tan sólo unos pocos pasos que te valdrá un posible mejor aprovechamiento de estas grandes aliadas para la salud.
Ingredientes:
• Dos cucharadas de semillas de chía
• Un vaso de agua
• Preparación:
Toma un mortero y coloca allí las semillas de chía. Machácalas hasta molerlas, pero sin que lleguen a quedar como harina. Ahora incorpóralas al agua y déjalas reposar por espacio de una hora, aproximadamente.
Superado ese tiempo, verás cómo las fibras solubles y los aceites de la chía (súper saludables, los tan mentados omega 3 y 6) afloran a la superficie y se han transformado en una especie de viscosa gelatina.
Ahora no tienes más que consumirla tal como está, añadir a batidos, yogur o lo que se te ocurra. Las semillas ya están activadas y podrás disfrutar de sus propiedades en su plenitud.
• Una vez que las tengas activadas o simplemente hayas decidido tomarlas crudas, puedes añadirlas prácticamente a lo que se te antoje. Pueden rebozar, formar parte de sopas, acompañar un yogur o ser incluidas en un rico batido con frutas. Puedes tostarlas un poco y usarlas junto a otras semillas en un plato de arroz, pastas o una ensalada. Sus usos son realmente muy diversos. Un claro ejemplo es este zumo de limón y chía, con muchas propiedades.
• También puedes probar, si no te gusta consumirlas de esta forma, con la harina de chía. Por supuesto, asimismo existen comprimidos, principalmente orientados hacia aquellos que quieren aprovechar las propiedades contra el colesterol que tiene esta semilla, dado su contenido de ácidos grasos omega 3, aunque no gozarán en este caso de sus beneficios de fibra.
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