El código de acceso a ese cambio de conciencia es el descubrimiento vivencia de la energía de amar.
Como resultado evolutivo de esta transformación consciente, el Hombre irá experimentando la emergencia de renovadas estructuras celulares que faciliten la implantación de esa corriente energética en el cuerpo humano.
El cuerpo humano se va modulando a partir de los cambios de conciencia, la conciencia hace al cuerpo.
Tal vez las nuevas conciencias que están naciendo ahora ya vengan con esos dispositivos activos, y en la medida que aquí resuene el eco de esa vivencia en una masa crítica suficiente, su efecto terminará siendo percibido a nivel planetario.
Por tanto, merece la pena reflexionar acerca de la importancia de nuestra participación y cooperación en todo este proceso evolutivo, principalmente, para no quedarnos una vez más a la espera o en la ingenua contemplación de la llegada de los niños de luz que van a cambiar el planeta.
Nuestro trabajo evolutivo personal cobra ahora una nueva responsabilidad: convertirnos en un espacio abierto y receptivo para que las nuevas generaciones de luz sientan la vibración afín y no se encuentren tan perdidas y desamparadas como lo estuvimos nosotros.
Necesitamos tener una conciencia clara de que el mayor impedimento a que existe hoy para la implantación de la nueva corriente vibratoria en el Planeta es la energía del miedo y del sufrimiento.
Hay que perder el miedo para empezar a amar. Donde hay miedo no hay amor, donde hay sufrimiento no prospera el amor.
La energía de amar se descubre dentro de sí y produce una transformación tan potente que influye en la materia, en el ADN y en todo soporte que permita la expresión de la con-ciencia.
El descubrimiento de la energía de amar es el regalo que proporciona el planeta Tierra al individuo que está haciendo un trabajo lúcido que, por supuesto, es mucho más que un trabajo bien hecho, porque además, es un trabajo consciente.
La energía de amar es la energía que ecualiza todas las cualidades del ser, cohesiona en la conciencia todo su conocimiento y todos sus valores, otorga la identidad y el pasaporte a la libertad hacia otros estadios de evolución que no requieren más de la forma para SER, sino conciencia de SER.
El amor es la energía de la libertad de la conciencia.
Por: Angeles Rodeiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario