Recorriendo el camino ...

Todos, en el recorrido de nuestro camino, alguna vez nos asalto esa pregunta tan frecuente…
¿Quién soy? - ¿De donde vengo? - ¿A que vengo aquí? - ¿Qué debo hacer? –
Y la ansiedad nos va consumiendo a través de los días… acompañándonos en la vida, hasta un día donde las respuestas comienzan a hacerse presentes… despaciosamente, como sin apuro alguno… y nuestra ansiedad acrecienta por saber mas…!!!
Y cuanto mas vamos sabiendo, mayor ansiedad… porque nunca lo sabremos en concreto.
Cuando llegamos a ese páramo de la vida, habremos aprendido que lo concreto y seguro no existe, que es una ilusión. Que todo se debe apreciar desde el corazón, sintiéndolo, disfrutándolo y ya dejaremos de lado esas preguntas que nos acosaban.
Dejaremos de buscar respuestas en el exterior, en el afuera y comenzaremos a hacerlo desde nuestro propio interior… ese templo de sabiduría que todos poseemos.
Y allí comienza nuestro “gran cambio”… ya queremos corrernos de la maldad, del egoísmo, de la falsedad… queremos reconocernos desde el Amor. Y ese es el Gran viaje que emprendemos… y cada estación a la que llegamos lo hacemos desde la comprensión o la sabiduría, o la compasión, sintiéndonos cada vez mas hermanados, sabiéndonos Uno con el Todo que todos somos.
Y así continuamos aprendiendo estación a estación, re-encontrándonos con muchas personas que contribuyen a nuestro enriquecimiento… a nuestro Nuevo Ser. Algunas permanecen a nuestro lado y otras tan solo de paso.
Es a partir de allí que viajamos cada vez con un equipaje más liviano. Nos desprendemos del Ego, de la posesión, de la ira, de la rabia, de la baja autoestima, del dolor y de la enfermedad, del sentirnos poco merecedores… entre tantas otras. Hasta llegar a la estación del reencuentro con uno mismo… el reconocernos como lo que realmente somos… una chispita del Gran Sol Central.
Pero a veces nos asusta acercarnos a esta verdad y nos quedamos varados en esa estación por un tiempo… porque nos asusta dejar la red de seguridad que nos aporta el mundo material y el dominio que ejerce la mente sobre nosotros… hasta que un día la Claridad y la Valentía nos visitan y emprendemos nuevamente “El Viaje”.

Quizás ahora que estas leyéndome estés asintiendo porque te ha sucedido lo mismo, has pasado por la misma experiencia de vida.

Y allí es donde construimos ese puente que nos hará llegar a la estación de la “Unidad”… sabernos todos Uno.
Reconocernos como tales.
Entonces comienza nuestro cambio de paradigma, la mente se abre … y entramos a reconocer que vivíamos en una total ilusión y que ya estamos saliendo airosos y lentamente de ella.
Sin sentir la sensación de pérdidas ni vacíos… al contrario, nos sentimos cada vez más plenos, más felices de nuestra elección de abandonar la dualidad en la que vivíamos. Cuando nos debatíamos entre el pensamiento de que no éramos dignos y debíamos luchar y sufrir obligatoriamente, porque desconocíamos la verdad, que somos concebidos en y para amar. Entonces abriremos completamente la mente a los milagros del amor y así recepsionarlos en nosotros mismos.
Parece una fantasía, pero es la más absoluta verdad, porque ya observaremos desde lo físico… sino que miraremos con los ojos del alma.
Que tu viaje sea el mejor y podamos encontrarnos en la última estación…!!!

De mi autoría
Fecha: 11 – 1- 11 (11-01-2009)