Nuestro ADN no solo guarda códigos que definen nuestro físico, desde nuestro color de ojos, hasta las enfermedades que podemos padecer. Dentro de nuestras células se guarda toda la información que nos define como seres humanos, nuestras tendencias emocionales, la forma en que reaccionamos ante las circunstancias, nuestros deseos, nuestra vocación ó nuestras limitantes más profundas, por dar solo algunos ejemplos.
Nuestro ADN también tiene una frecuencia energética, una vibración, que atrae a nosotros las experiencias que el alma necesita para evolucionar. La relación que llevamos con las personas que nos rodean, el amor, nuestro trabajo y nuestra relación con el dinero, son reflejo de la información guardada en nuestras células.
En nuestras células se guarda todo aquello que genéticamente hemos heredado de papá y mamá y no solo eso, también las memorias de nuestros antepasados viajan con nosotros a través de la ADN y dirige nuestro mundo hoy.
Todos tenemos un modelo perfecto para la salud, el amor y la abundancia, tu puedes cambiar las historias escritas en tu genética transformando de esa manera, tus experiencias de vida.
Las emociones que impactan a nuestros genes no provienen solamente de las experiencias que tenemos en esta vida. Heredamos los patrones emocionales y las creencias o historias de nuestros ancestros. Profundamente mezcladas en nuestro ADN, estas historias ancestrales nos influencian de formas que ni siquiera notamos. Son como archivos que detonan o emergen de manera inconsciente creando no solo bloqueos en nuestra vida, sino la incapacidad de avanzar.
Mucho de nuestra herencia puede ser positiva, dándonos cualidades que nos permiten desarrollarnos de manera única el día de hoy. Esta información es importante pulirla y desarrollarla para sacar de nosotros, el mayor potencial. Hay otra información que no es tan positiva y que responde a miedos y limitantes creadas en tiempos ancestrales, patrones de creencia que fueron útiles en tiempos pasados para nuestros ancestros, pero que hoy, ya no tienen razón de ser, y albergarlos en nosotros, en nuestro tiempo presente, representan bloqueos a nuestra vida actual. Liberar estos patrones, nos hará soltar ese pasado que se filtra como fantasma en nuestra vida.
Afortunadamente, no somos prisioneros de nuestra herencia genética. Nuestros códigos genéticos son flexibles, no fijos y tenemos el poder de transformar esta información heredada.
Hay cambios que están sucediendo en el planeta hoy en día, y están afectando nuestros cuerpos , cada uno de nosotros los seres humanos, tenemos una doble hélice de ADN, y lo que hoy estamos encontrando es que se están formando otras hélices. Nuestros sistemas inmunológicos y endocrinos presentan la mayor evidencia de estos cambios.
Actualmente, muchas personas están pasando por este proceso, logrando una transformación, no solo en lo físico, sino en otras áreas también, tienen una nueva profesión, una nueva forma de pensar, o al menos comienzan una nueva forma de vida.
Esta transformación no es fácil, pues estamos hablando de lo más profundo y arraigado que podemos guardar en nuestras grabaciones genéticas. Dentro del proceso, podemos sentirnos enfermos, cansados o a veces desesperados.
A todos las personas que ya están experimentando estos cambios, se les ha dado la oportunidad de cambiar su estructura de ADN y su cuerpo a uno más luminoso, mas sano, que podrá verse notablemente en las próximas generaciones.
Rutas del Alma
No hay comentarios:
Publicar un comentario