Hoy quisiera extender mis brazos e inflar mi pecho para
darte un enorme abrazo que cruce el espacio y derribe
el tiempo Hoy te miré y quizás por primera vez te vi y
comprendí Hoy supe de tus temores de tus penas y
sinsabores de tus alegrías y tus risas hoy humano te vi
y me conmoví.
Te pido perdón por todas las veces que pasé a tu lado y
no pude percibir lo que sentías te pido mil perdones
por mi ceguera involuntaria No fue egoísmo fue
ignorancia juro que si hubiera sabido mil palabras me
hubiera tragado mil incomprensiones no hubiera
formulado pero no sabía nadie me lo explicó o quizás sí
lo hicieron pero antes no tuve la capacidad de entender
lo que hoy me parece tan evidente.
¿Qué pasó hoy en mí interior qué fue realmente lo que
cambió No lo sé quizás un velo marchito se corrió de
mi vista porfiada y aleluya te pude ver te pude palpar y
me llené de ti No hay palabras para poder trasmitir la
emoción que hoy sentí Hoy supe de ti.
Hoy quisiera extender mis brazos y abrazar a todas las
versiones de mi que hay en ti me gustaría darte mi
calor y comprensión que mi pecho te cobijará con mis
labios besarte delicadamente y en tus oídos susurrar que
todo está bien que yo por fin sé Sé que tienes miedo,
sé que en ocasiones lloras en silencio y sacudes tus
lágrimas para que se las lleve el viento Sé que actúas
como actúas por mil y una circunstancias y que muchas
de ellas te dañan Sé que a veces quisieras comportarte
de manera diferente pero algo en ti que no comprendes
te lo impide sé que como yo sólo pretendes que te
amen hoy sé de tus sueños y afanes.
Ven a mí y recibe el calor de mi abrazo he perfumado
mi pecho y ablandando mis huesos para acogerte,
descansa en mi regazo que con voz melodiosa te contaré
una historia La historia de un ángel glorioso que de
tanto recorrer olvidó quien era escondió sus alas y
creyó empequeñecer confundido pensó que tenía que
hacer méritos para llegar a ser lo que ya era.
Acariciando tu cabeza te narraré esta historia y con
cuidado y dulzura te ayudaré a liberar tus constreñidas y
adoloridas alas no como un acto de generosidad hacia
ti sino como un acto de infinita compasión hacia mí y
mi ceguera porque hoy por fin me puedo ver a mi
misma reflejada en ti y sólo gracias a tu dulce
presencia por fin tengo certeza que un día conseguiré
extender mis propias adoloridas alas.
Libro: Conversaciones con mi Ser Superior
Autor: Jascha
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