El Corazón, con-razón, tiene razones que la mente, de-mente, no entiende. Y las palabras de poco valen a la hora de exponer lo que del Corazón emana.
No obstante, seguro que, cuando leáis e interioricéis lo que sigue, comprenderéis los latidos que desde el Corazón me impulsan a ello. Es fácil de resumir: he tomado ya la decisión y he optado por el Camino B con todas sus consecuencias.
No es un camino “horizontal”, sino “vertical”, por lo que en él sólo se puede “fluir” sin espacio ni lugar para “saberes”, ni para “haceres”, ni para ningún tipo de “espiritualidad intelectual”, ni siquiera un modesto Blog. Y es un camino de poda, de limpieza y vaciamiento de todo lo que no sea “Ser”(que es, igualmente, "No-Ser"); un camino que desemboca radicalmente en "Vivir", en una Nueva Vida plena y llena de Consciencia y Corazón y con capacidad de crear para plasmar en la Realidad la Nueva Humanidad.
En esa Nueva Vida sólo hay sitio para el Amor y sólo Amor se puede en ella sentir, dar, compartir, recibir: un Amor que no es de Tercera Dimensión, sino Amor en la Unidad por la que Yo soy Tú, Tú eres Yo y ambos, realmente Uno, Somos Dios: Ser Uno.
Tú decides el juego para todos. Yo estoy a punto. Ahora te toca a ti. El juego está en tus manos. Ahora o nunca. Que la Paz sea contigo y que el Amor te envuelva y envuelvas todo con Amor.
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Como Alberti en su Nocturno, “siento heridas de muerte las palabras”. Y sé que a lo que a estas líneas ocupa se le puede aplicar lo que, en ese mismo canto, nos dejó escrito el poeta gaditano: “las palabras entonces no sirven, son palabras”. Con todo, al objeto de compartir, uso las palabras cual deficiente sucedáneo de lo que del interior fluye.
Preámbulo
Todo es sencillo y armonioso.
También tú.
Todo es suma de partes
y forma parte de una suma superior,
aunque cada parte es a su vez el Todo.
También tú.
Toda la Creación es Creadora.
También Tú.
Todo es Perfecto.
También tú,
que eres Todo
en la Unidad del Ser Uno.
La Nueva Tierra es ya una realidad
1. El 21 de diciembre de 2012 está cargado de significados para la Humanidad: señala la clausura de un ciclo cósmico, la apertura de otro y, especialmente, una radiante oportunidad para el género humano y para la dimensión espiritual encarnada en cada hombre y mujer. Pero antes de alcanzar esa fecha, para que cuando sea presente ostente realmente la transcendencia que se prevé, han de producirse concadenadamente –de manera sucesiva y ordenada- una serie de eventos. Entre ellos, uno fundamental que tiene como protagonistas al Sol y la Tierra.
2. A ambos astros les correspondía actuar sin esperar a que el calendario humano se aproximara más a ese solsticio de invierno subrayado en rojo por antiguas culturas. Debían anticiparse a tal momento para que, cuando llegue, cuente para los seres humanos con la repercusión vaticinada. Tenían que adelantarse y lo han hecho: el Sol y la Tierra están ya viviendo el Cambio. Los dos, los tan simbólicos como reales “padre” y “madre” dela Humanidad, experimentan ya, en el ahora, el salto a otra Dimensión en la que la energía del Amor fluye y resuena en un contexto vibracional más afinado con relación a la Fuente de la que todo Emana y en la que Todo Es: una nueva Dimensión menos densa, más sutil y a la que el Rayo de la Creación baña sin tantas interferencias que distorsionan su Luz (Esencia Divina genuina y pura) en la Tercera Dimensión.
3. El Sol, la Tierra y el conjunto del sistema solar que los alberga forman parte de una suma superior: un grupo o cluster de sistemas solares que conviven, interaccionan y viajan juntos en el seno galáctico de la Vía Láctea. Plenamente integrados en esta suma, el Sol y la Tierra no son sólo la estrella y el planeta a los que, en su cortedad de miras, los limita y etiqueta la ciencia humana, sino auténticos seres vivos; seres pletóricos y conscientes que surcan su propio camino consciencial dentro de la indicada suma superior. Y la evolución vibracional y consciencial de ésta les ha abierto la Puerta Interdimensional por la que se accede a otra Dimensión. Ante ello, la Tierra y el Sol, que por sus propios procesos conscienciales se encontraban en condiciones energéticas de cruzarla, han decidido hacerlo y lo están haciendo ya, configurando un Nuevo Sol y una Nueva Tierra.
La Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad
4. Igualmente, el Sol y la Tierra son suma de partes. Y, al atravesar la citada Puerta Interdimensional, abren la posibilidad a cada una de ellas de efectuar idéntico salto dimensional. En el caso de la Tierra, una de sus partes es la Humanidad. Y el tránsito de la Tierra a otra Dimensión abre la posibilidad a la Humanidad de experimentar también el Cambio.
5. Hay que insistir y remarcar que “abre la posibilidad”. El Cambio no es una imposición, sino una opción: en la Creación no existen las imposiciones y sí un permanente y maravilloso haz de alternativas y posibilidades. En lo que aquí ocupa, la hermosa posibilidad de que la Humanidad viva en el momento presente el salto hacia otra Dimensión. Si esto aconteciera, nacería la Nueva Humanidad anunciada en los libros sagrados de tantos pueblos y escuelas espirituales.
6. Por tanto, la Nueva Tierra abre la posibilidad de una Nueva Humanidad. Y sitúa a la Humanidad actual ante una elección, ante una disyuntiva que no puede eludir, ante dos posibles caminos entre los que forzosamente tienen que decidir. Por un lado, el Camino A: continuar como hasta ahora, mantenerse como Humanidad de Tercera Dimensión, no acompañar a la Madre Tierra en su evolución. Y, por otro, el Camino B: tomar la senda del Cambio, saltar dimensionalmente, transformarse en Nueva Humanidad en el marco de la Nueva Tierra.
La Nueva Humanidad requiere una “masa crítica”
7. ¿Cómo se producirá esa elección, la determinación por uno u otro de esos dos caminos, la opción entre seguir por A o cambiar a B?. Pues, en consonancia con la misma dinámica de la suma y sus partes, la decisión será adoptada –lo está siendo ya y el proceso se irá acelerando hasta el 21 de diciembre de 2012- por las partes que forman la Humanidad. Esto es, por todos y cada uno de los siete mil millones de seres humanos que habitan el planeta y constituyen el género humano. Ahora bien, tampoco en este punto hay imposiciones. Cada persona es libre de optar o no por el Cambio. Lo que sí se requiere es una “masa crítica” que se decante por él; una “masa crítica” forjada por hombres y mujeres que íntima y consciencialmente escojan el Camino B.
8. Si esa masa crítica no se logra, la Nueva Humanidad habrá sido una posibilidad teórica, sólo eso, pues no llegará realmente a plasmarse, con lo que el Camino B, por decisión de la Humanidad en su conjunto, quedará vedado para todos y cada uno de los seres humanos, sin excepción ni vías “individuales”.
9. Si esa masa crítica sí se alcanza, la Nueva Humanidad sí será una posibilidad real y el Camino B quedará abierto de manera efectiva para todas aquellas personas que se inclinen por él.
10. ¿Cuántos hombres y mujeres se requieren para completar tal masa crítica?. Antiguas tradiciones hacen mención a números concretos –por ejemplo, los 144.000 "sellados" del Libro de la Revelación o Apocalipsis-, pero es una apreciación simbólica. La cuestión no es de cuantía de gente, sino de cantidad y calidad de energía vibracional y consciencial que entre la globalidad de los seres humanos sean capaces de generar.
11. Es sencillo de entender: la Nueva Tierra vibra consciencialmente en una nueva frecuencia y con una nueva intensidad acorde con la nueva Dimensión a la que transita; y es con esa nueva frecuencia y gradación con la que la vibración consciencial de la Humanidad ha de lograr Resonancia. En esto consiste, precisamente, la labor de la reiterada masa crítica: aportar la energía precisa para que la Consciencia de la Humanidad alcance Resonancia y sea armónica con la Consciencia de la Nueva Tierra. Si esto se consigue, el Camino B, el de la Nueva Humanidad, quedará realmente abierto y expedito para aquellos seres humanos que deseen surcarlo y saltar a otra Dimensión.
Continúa en parte 2.-
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