lunes, 17 de diciembre de 2012
**Entre el 10 y el 20 de diciembre... 2012
El Orden Natural que rige la Creación y
el Cosmos intervendrá en este proceso de Metamorfosis coadyuvando al
mismo a través del inicio de un nuevo ciclo cosmogónico que posibilitará
la llegada al sistema solar, el Sol, la Tierra y la Humanidad de corrientes y fuerzas energéticas de gran pureza
–auténtica Energía de Amor- que, además de servir para que la Tierra
complete su propia Metamorfosis vibracional y ancle en la nueva
Dimensión, apoyarán la citada transformación de consciencia de los seres
humanos, aunque respetando siempre el libre albedrío.
Y en este marco, entre el 10 y el 11 de diciembre, la Madre Tierra, un
espectacular ser vivo con su propio proceso y evolución consciencial, habrá concluido su travesía por el anillo de gusano y culminado su Metamorfosis:
su vibración ya no será de Tercera de Dimensión, sino de Cuarta. Y su
“Latido” estará alineado con el del Centro Galáctico y el Cosmos.
Se trata del denominado “alineamiento”, que no es tanto un fenómeno
exterior (que la Tierra se “pongan en fila” con otros planetas y
astros), sino interior, de sintonía de Corazón a Corazón: el Corazón
de la Madre Tierra se alienará con el del Sol y el Centro Galáctico tal
cual los relojes de péndulo se ajustan en su “tic-tac” con el de
mayor tamaño a través del llamado “efecto arrastre”. Y será debido a
este alineamiento por lo que las energías procedentes del Corazón o
Centro del Universo y de la Vía Láctea llegarán a la Tierra de manera
directa, sin las interferencias que ha habido hasta ahora al no
encontrarse el Corazón del planeta alineado con ellos.
Las manifestaciones exteriores de esto serán muchas, desde la elevación de la frecuencia electromagnética del planeta
(la llamada Resonancia Schumann, predicha matemáticamente en 1952 por
Winfried Otto Schumann, aunque fue Nicolas Tesla el que la observó por
primera vez) al debilitamiento del magnetismo terrestre, pasando por una fuerte energetización de toda la Naturaleza.
La Metamorfosis de la Tierra, alienada y sincronizada con el del Sol,
Sirio, las Pléyades y el Centro Galáctico de la Vía Láctea, posibilitará
que, entre el 12 y el 20 diciembre, el planeta y todo lo que lo habita reciba una gran onda de energía de Amor y consciencial muy pura
que será polarizada hacia la Tierra de manera conjunta por Júpiter y el
Sol: el Gran Trigono de Júpiter (supondrá el inicio de su
transformación –ignición- en un nuevo Sol dentro del sistema solar,
proceso que tardará aún miles de años en completarse) acaecerá el día
12 de diciembre, regalando Amor y Consciencia desde este planeta, ya en
camino de convertir en estrella, a todo el sistema solar, en general, y a
Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, en particular.
La conjunción de todo ello pondrá a disposición de todas las formas de
vida que moran en la Madre Tierra fuerza y consciencia para alinear y
sincronizar su Corazón con el de ella, alineado ya cosmogónicamente. Y
esta sincronización producirá, a su vez, la conexión ionogenomática de
sus respectivos ADN por medio de la secuencias fractales que en éste
existen y que, como si fuera a la vez una estructura “macro” y “micro”,
ligan a cada modalidad de vida con el ADN del planeta, del mismo modo
que asocian el de éste con el del Sol, el sistema solar y la galaxia en
su conjunto.
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