La humanidad actual de la Tierra camina con vestidos
de carne, dentro
de cuerpos constituidos
por materia-energía.
Funcionaban hasta ahora
con un determinado grado de densidad, pero en este momento cierta
condensación se está estableciendo.
Sus vehículos físicos están siendo
preparados para ser transmutados en vestimentas de Luz, mucho más
refinadas y menos densas.
El karma está siendo procesado y diluido,
habrá menos densidad y menos limitaciones. Estamos siendo acondicionados
para comenzar a interactuar con conciencias más elevadas, nuestra
biología se abrirá para compartir con otros seres, no solo de nuestras
especies terrestres, sino con habitantes de otros mundos, dimensiones
o entidades de distintos niveles de existencia. Lo que realmente nos
está sucediendo es lo que los maestros llaman "Transfiguración".
Está ocurriendo que nuestra forma condensada ha entrado en un proceso
parecido a "derretirse".
La sustancia de nuestro cuerpo físico, aquel
que nos es familiar, está transformándose en Luz, el cambio consiste en que nuestro cuerpo material y denso paso a paso se refina y se convierte en "Cuerpo de Luz".
También, en la medida en que nos vamos conectando con la Mente Divina
Universal, nuestra inteligencia se desarrolla en ciertas áreas de la
mente. Vamos pasando por iniciaciones de Luz, e inmediatamente
aprobamos, los efectos pueden sentirse en el cuerpo físico. ¡Hemos
pedido "Transformación" y eso es lo que se nos ha concedido! Estamos
viendo como obra la transmutación aún en los niveles de nuestra carne.
Cuando el planeta recibe las frecuencias elevadas de Luz, los
habitantes de la Tierra entran en un proceso de cambio, que obra en su
organismo a nivel de los espacios vacíos entre células,
bioquímicamente estos están siendo reubicados. La fuerza de la Luz
activa nuestros cuerpos y literalmente la química de mente y cuerpo
cambia. Expresado en una forma poética "algo muy antiguo, y sin
embargo nuevo, está saliendo del cascarón". La membrana exterior que
sujetaba y aislaba a la humanidad está adelgazándose y los humanos
están comenzando a tener la posibilidad de conectarse conscientemente
con dimensiones más altas de Luz.
Es como una bellísima flor preparando al botón para que pueda abrirse y
florecer. El botón de la flor guarda dentro de sí la información que
le permite tener el potencial para convertirse en flor Crística. Así
nuestro ADN guarda los códigos que disparan la transformación completa
de un individuo en el Cristo radiante, en el maestro ascendido,
integrado, con poder total. Es el regalo
de convertirnos en el Cristo, para continuar nuestra evolución con la
realización de todo nuestro potencial. Estamos siendo preparados, y
ya estamos comenzando a pasar de una densidad molecular a una nueva
más alta. Esto es transformación. El siguiente paso en la escalera Divina para la humanidad es el asumir la forma del Adán y Eva Kadmón. En el proceso
estamos activando y reforzando nuestros lazos con el Yo superior, o
cuerpo Crístico, que se conecta a nuestra columna de chakras a través
del octavo chakra. Una cosa es saber que poseemos este cuerpo, y otra es
anclarlo y activarlo totalmente. Por algún tiempo hemos estado en
este proceso, que para algunos seres ya está completo. Vivimos en un
mundo electro-magnético, hasta ahora con una densidad electromagnética
característica que nos ha limitado mucho. Pero estamos siendo
afinados en una frecuencia más alta por la acción de la energía, la
acción de la Flama en la electrificación de la materia de nuestros
cuerpos materia-energía.
¿Por qué es importante? Porque es un paso más alto en nuestro proceso evolutivo, desarrollado paso a paso
para permitir que el yo superior o cuerpo Crístico se involucre en
nuestro desarrollo. El trabajo que ya se ha hecho ha preparado a
algunos seres humanos para vivir con un tipo más avanzado de
resonancia. Aquella que está dentro del rango de capacidades del
cuerpo superior. Sin embargo hay que aclarar que la Ascensión no
consiste descartar el cuerpo físico, sino de llevarlo con nosotros un
paso más arriba en la escalera de Jacob. A este proceso se le llama
"integrar la Diosa" (el cuerpo físico). Se trata de sentir los
cambios, y de ser conscientes de ellos para apoyarlos. Un proceso
consciente desarrolla en nosotros más sabiduría, porque así pasamos
por la experiencia de tener la vivencia de la Ascensión, o
iluminación. Debe haber una aceptación, el acuerdo de permitirnos
sentir lo que tengamos que sentir para llegar a la comprensión. No se
trata de que despertemos y simplemente la ascensión ya está lista. Es
importante saber esto, porque nos ayudará en el proceso de transformación y transmutación. Mientras menos resistencia pongamos al cambio, este se dará más armónicamente.
Recuerdo que Lord Sananda ( El maestro Jesús) decía que la
entrada y la salida eran a través del corazón. Cuando aprendemos a
amar nuestro proceso de ascensión, de paso eliminaremos el miedo y
gozaremos del cambio. El corazón ya conoce el proceso de ascensión, y
el corazón es la puerta al Cristo radiante, nuestro potencial oculto
en el ADN. El control que tengamos sobre nuestras emociones también
nos ayuda para aprender a experimentar la vida a través de las
emociones de la conciencia Crística. Estos sentimientos elevados liberan
nuestro potencial. La Presencia Yo soy también está conectada a la
llama triple en el corazón, y el corazón conoce la ascensión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario