por lo que alguien les hizo.
Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren.
- Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes porque sentirte ofendido.
- Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo. Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren.
Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y la televisión nos enseñan y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben de actuar los demás.
A lo largo de su vida coleccionan experiencias: padres, amigos, pareja, etc. Y las almacenan en su inventario interior. Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas y cuando una persona es maltratada por alguien deja esa experiencia en su inventario. Cuando conoce a alguien tiene miedo y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la previamente la hirió.
Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes. ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz y a medida que se avanza en años se es menos feliz. Es debido a que el inventario negativo aumenta año con año.
Una de las mayores fuente de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble. Primero, te siente ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es y se convierte en un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalo ser nadie te pertenece.
Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar.
Ámalas, disfrútalas y déjalas ir.
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