** Meditar, concentrar y proyectar...

Mediante la MEDITACION el hombre aprende a concentrar y proyectar su atención a través del plano físico hacia la Cuarta Dimensión y de ahí a dimensiones superiores. Se esfuerza por trasladar lo que aprende al muno físico, traducido a un lenguaje físico e interpretado por su propio cerebro de la mejor manera posible . . . Está alcanzando el corazón de las cosas, las causas subyacientes, las verdades primordiales.

VERA STANLEY ALDER

La meditación consiste en entrar en un estado de relajamiento en el que el pensamiento de la materia, es decir, de nuestra cabeza, se irá "difuminando" y abrirá un espacio para las respuestas (palabras , imágenes o sensaciones) producidas por nuestra Verdad intuitiva. Por regla general, la utilización de las piedras favorecerá este proceso, facilitando el relajamiento, aumentando la percepción y la claridad y retirando toda la carga negativa.

Para meditar, resultará fundamental que la persona se ponga en la posición que más cómoda le resulte: tumbada o sentada, pero siempre con la espalda recta.

Un buen momento para meditar es aquél en el que estamos casi dormidos, ya que entonces tiene lugar un relajamiento natural.

Presta atención (sin forzarte ni entrar en tensión) a aquellas frases, palabras, imágenes o sensaciones que se te aparezcan, ya que en ellas encontraras la solución y respuestas a tus preguntas o bien, recibiras algún mensaje.

No te olvides de acompañar el proceso con una respiración consciente, pero sin obligarte.

Respira siguiendo tu ritmo, prestando atención, pero sin preocuparte para no crear ningún tipo de tensión que pudiera interferir en el proceso de relajación. Al principio, prestaras mucha más atención, pero después te iras "desligando" poco a poco y comenzaras a respirar con más naturalidad.

También se pueden utilizar los sueños para obtener respuestas: antes de dormirse, coloca el cristal en el tercer ojo o debajo de la almohada y espera las respuestas, éstas podrán llegarte inmediatamente, antes de que te duermas, durante tus sueños o a través del primer pensamiento que tengas al despertarte.