Reporte del Clima Cósmico por Mark Borax
Noviembre de 2012
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
Después
de 27 años, Saturno, el Señor del Karma, se ha vuelto a sumergir en las aguas
profundas y oscuras de Escorpio, donde el fango tóxico de nuestra civilización descaminada
ha embarrado la Principal Cámara Evolutiva de la especie, y el mundo se está
muriendo.
Esto llega con gran impacto pero poca sorpresa para
aquellos de nosotros que hemos estado estudiando el significado de nuestro
tiempo en nuestra escuela de misterio, que comenzó décadas atrás bajo las
secuoyas del norte de California. (Pueden leer acerca de la escuela en mis
libros 2012 y Reporte del Clima Cósmico, y revisar una versión
actual en nuestro Colegio de Visionarios y Magos
online –en inglés.)
El fin del mundo viene como poca sorpresa, ya que quedó
claro para nosotros después de que Saturno salió de Escorpio la última vez en
1985, que hay más de un mundo aquí. Hay un mundo artificial, un planeta falso
que, como papel maché, se envuelve alrededor de la tierra viva. A esta
Tierra Falsa la pregonan los políticos y presentadores de noticias como si
fuera la auténtica, y nos agarra a cada uno de nosotros dondequiera que seamos
más susceptibles a quedar enganchados en la ilusión.
La
Tierra Falsa es una cáscara quebradiza, un yermo industrial, vaciado de
inocencia y asombro, que se mantiene armada por el pegamento de los medios de
comunicación, los sistemas alimentarios corporativos y las ideas falsas que azotan
los sentidos con imágenes sensacionalistas y las risas grabadas de las comedias
de televisión. Cada elección que haces de seguirle el juego a esa farsa, mantiene
armado ese mundo falso, y la capa de papel maché se hace más gruesa,
hasta que muy pocas personas quedan realmente conectadas a un planeta que es
real y profundo y verdadero.
Tenemos luego una radiante gema verde-azul del cosmos, la
Tierra Verde Viva, que destella mientras vuela alrededor del sol, vibrantemente
viva, cámara de milagros, manantial de aguas prístinas que regeneran mente, cuerpo
y alma. Éste es el planeta cuyo corazón fundido late muy por debajo de las
mentiras de eruditos y políticos. Debajo de la capa de papel maché de la
dieta falsa y la educación falsa y los medios falsos, un planeta de inmensa
diversidad sigue creciendo y cambiando mientras se columpia a través del
espacio.
Esta Tierra Verde Viva es el mundo que los niños y los
poetas y visionarios pueden ver con visión de rayos x, a pesar del creciente montón
de desechos tóxicos de nuestro tiempo, a pesar de una sociedad diseñada para
hacer más ricos a los ricos a costa de todos los demás, a pesar de toda la
atención prodigada al papel maché. Cuando Saturno se sumerge en su gira de
tres años por Escorpio, las fuerzas del caos azotan el sistema, revelando cautivantes
vislumbres de todo lo que yace por debajo.
Escorpio preside sobre los tesoros sin reclamar
almacenados en las regiones más profundas del alma. El paso de Saturno a través
de estas regiones los carga de potencia. Algo está tirando del espíritu humano
ahora, y es la conciencia incipiente de cuánto potencial tenemos como especie,
que no hemos reclamado todavía.
Conforme
Saturno regresa a Escorpio, resuena el llamado a través de los pasillos del
alma: ¡Despierta! ¡SÉ EL AMOR QUE ERES! SÉ EL AMOR QUE ERES. No dejes que nada
se interponga entre tú y tu verdad...
Durante este trayecto de tres años, cada tendón que te
engancha al mundo falso se estira hasta el punto de quiebre. Cada mentira que has
tragado desde la niñez te borbotea en las entrañas. Cada relación que mantienes
a expensas de la verdad más profunda, arde en el fuego sagrado de este Año del Dragón.
Cada rincón oscuro de la infraalma está siendo roturado, dejando expuesto el
fondo del suelo fértil en el que se basa la vida. Aun cuando el cambio esté bloqueado
en la superficie, el alma de la especie sigue siendo capaz de regenerarse por
debajo, y es hacia esas profundidades ocultas que debemos mirar ahora para lograr
un milagro.
Esto significa que necesitamos dosis masivas de visión
para contrarrestar la ceguera generalizada que impera en nuestra sociedad. Debemos
luchar contra el adormecimiento y la apatía. Necesitamos un gran levantamiento
del alma, más allá de cualquier ‘ismo’. Nuestra inspiración debe
ser descubrir lo que poseemos y repudiar el resto. Necesitamos un amor primigenio
que esta vez pueda durar hasta el final, ya que por fin sabe a ciencia cierta de
qué estamos hechos. Necesitamos un amor más grande que el amor ingenuo que
surgió en los corazones de los muchachos fugitivos que abandonaron sus hogares provincianos
en los 60s en busca de la Tierra Prometida. Necesitamos un amor que sólo se haga
más fuerte cuando las marchas se terminen y el alucinógeno desaparezca.
Al igual que en los 60s, pero mucho más aún, nuestros
mayores se han descarriado y se dejaron seducir por dioses falsos, y estos
falsos líderes deben ser destronados. Irónicamente, la enfermedad que infecta a
nuestra cultura es su único remedio, porque, al igual que en los 60s, ningún gran
cambio duradero puede ocurrir sin antes pasar por un masivo descontento y
disturbios. Las alergias a los alimentos y las náuseas y el vértigo nos
recuerdan nuestra alergia a las mentiras y falsedades. La irritación que asfixia
nuestro sistema es nuestra única oportunidad de encontrar el antídoto, porque es
sólo cuando ya no podemos tolerar lo viejo que la bestia adormecida de la
conciencia de las masas sale tropezando de su cueva, parpadeando ante la luz
del día, para intentar algo nuevo.
Dondequiera que se reúnan personas en conversaciones de
corazón, entre dos o en grupos pequeños – es ahí donde se está librando
la Revolución de nuestro Tiempo más que en los pasillos de la política, porque los
pasillos de la política han quedado vergonzosamente esclavizados al mundo de los
Grandes Negocios, y, a diferencia de los 60s, los medios de comunicación han
seguido su ejemplo.
Pero por debajo del último aliento de una cultura
moribunda, la cultura subterránea está lista para ponerse en marcha. Cada
mes, pequeños grupos se reúnen en los cincuenta estados para aventurarse más
allá de lo conocido en viajes ceremoniales con plantas medicinales. Hay
chamanes apareciendo de la nada, viniendo de todas partes del mundo,
difundiendo noticias del alma. El Ritmo Tribal del Tambor está convocando a los
peregrinos al borde de Acuario a reinventar vida y propósito. Una gran agitación
ha comenzado a propagarse en contra de la Maquinaria, y es nuestra única oportunidad
de arrasar con la locura.
Mientras
las economías caen y la conciencia de las masas se despierta del trance, Saturno
clava su mirada impávida en el alma del mundo, exigiéndonos salir, estar presentes,
elegir el amor, y recordar.
¿Recuerdas?
¿Recuerdas, debajo de cada pérdida y agravio, quién eres?
¿Recuerdas por qué viniste aquí?
¿Recuerdas la verdad de integridad que vive debajo
de todas las historias de quebranto?
Aquí, en las primeras semanas de su excavación de tres años a través de
Escorpio, el Señor del Karma está dragando la especie. El gran don oscuro de
Saturno en Escorpio es restaurar la integridad, arrancando los filtros que
mantienen fuera la verdad. Cada fragmento, cada pedazo roto, cada amor fallido,
cada sueño muerto que fue enterrado, está siendo sondeado para ver si puede resucitar.
El gran
amor de Saturno, que no se caracteriza por ser un planeta amoroso, se nos está
viniendo encima ahora, negándose a dejarnos salir del apuro, rechazando cada
nueva excusa que inventamos para ser menos que lo que somos. La obsesión de
Escorpio es restaurar un amor que importe, un sexo que penetre hasta el alma,
un mundo que cuente.
En su llamamiento masivo para despertar a la raza humana,
el gran visionario Rumi no dice: “Señor, ayúdanos a cambiar”. Él
dice: “Haznos tener miedo de cómo éramos”, porque Rumi descubrió
una gran verdad: Si le muestras a la gente un camino mejor que apele a sus altas
aspiraciones y nobles instintos, rara vez lo van a seguir. Sólo cuando la gente
llega a tener más miedo de quedarse igual que de cambiar, va a cambiar. Sólo
cuando la motivación de algo distinto se impregne en el fango primigenio del
cerebro reptiliano, el cambio se hará inmanente.
Cuando
el mundo se acaba, se nos llama a despertar el sueño destellante que se alzó en
un momento incomparable en los 60s, cuando un grupo de parteros llamados
Malcolm y Martin y John y Jimi y Bobby estiraron sus manos hacia la locura
sangrienta y sacaron a la luz el amor recién nacido que vieron dormir dentro de
ti y de mí.
Nosotros somos el futuro de su pasado.
Tú y yo y todos los que estamos vivos ahora tenemos un
gran momento ante nosotros, sobre el cual reposa el destino de nuestro planeta.
Desde lo profundo del alma, la elección es exasperantemente simple: EVOLUCIONAR
O PERECER.
¿Quién eres realmente? ¿Qué viniste a hacer aquí?
¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
¡Adelante!
Mark Borax
Astrología a Nivel del Alma
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