Los reinos galácticos estuvieron habitados por almas maduras, las cuales nacieron mucho antes que las almas terrestres, las cuales estaban en los comienzos de su etapa del ego. Cuando la tierra llegó a estar habitada por toda clase de formas de vida, y finalmente por el hombre, los reinos extraterrestres observaron este desarrollo con gran interés. La diversidad y abundancia de formas de vida llamó su atención. Ellos sintieron que algo especial estaba ocurriendo aquí.
Entre las diferentes comunidades galácticas, han ocurrido muchas luchas y batallas por mucho tiempo. Esto fue un fenómeno natural, en algún sentido, ya que la conciencia de las almas acarrea necesidad de batalla para descubrir todo acerca de lo centrado en mí y el poder. Ellas estuvieron explorando el trabajo del ego, y a medida que progresaron, se volvieron muy adeptas a la manipulación de conciencia. Se volvieron expertas en subordinar otras almas o comunidades de almas a sus reglas, por medio de sutiles y no tan sutiles herramientas psíquicas.
El interés que las comunidades galácticas tuvieron sobre la tierra fue principalmente egocéntrico. Ellas vieron ahí una oportunidad para ejercer su influencia de maneras nuevas y poderosas. Se podría decir que en aquél momento las batallas intergalácticas habían alcanzado un punto muerto. Cuando ustedes pelean unos con otros una y otra vez, alcanzan un tipo de equilibrio luego de un tiempo, una división de zonas de poder para decirlo así. Ustedes se conocen uno al otro tan bien que saben cuándo hay espacio para actuar y cuándo no lo hay. De este modo la situación alcanza un callejón sin salida, y los enemigos galácticos esperaron nuevas oportunidades en la tierra.
Ellos pensaron que la tierra podría proveerles de un escenario para renovar la batalla y superar el callejón sin salida.
El modo en que las comunidades galácticas pensaron en ejercer su influencia sobre la tierra fue por medio de la manipulación de la conciencia de las almas terrestres. Las almas terrestres eran particularmente receptivas a su influencia cuando entraron en la etapa del ego. Antes de esto, ellas eran inmunes a cualquier fuerza externa motivada por poder, porque ellas mismas no estaban inclinadas a ejercer poder. Ustedes son inmunes a la agresión y al poder cuando dentro de ustedes no hay nada a lo que estas energías puedan pegarse. Por lo tanto, las energías galácticas no pudieron acceder a la conciencia de las almas terrestres antes de que estas almas decidieran ellas mismas explorar la energía del poder.
La transición a la etapa del ego volvió a las almas terrestres vulnerables porque, aparte de su intención de explorar la conciencia del ego, ellas eran aún muy inocentes e ingenuas. Por lo tanto, no fue difícil para los poderes galácticos infringir sus energías sobre la conciencia de las almas terrestres. El modo en que operaron fue por medio de la manipulación de la conciencia o control mental. Sus tecnologías eran muy sofisticadas. Ellos tuvieron mayormente herramientas psíquicas, no muy diferentes al lavado de cerebro a través de la sugestión hipnótica subconsciente. Ellos trabajaron en niveles psíquicos y astrales pero influenciaron al hombre sobre los niveles materiales/fí
Los guerreros galácticos subsecuentemente trataron de batallar a sus anteriores enemigos galácticos a través del ser humano. La lucha de poder sobre la humanidad fue una lucha entre viejos enemigos galácticos que utilizaron seres humanos como sus títeres.
El delicado sentido de individualidad y autonomía de las almas de la tierra fue cortado en sus comienzos por esta violenta intervención, esta guerra por el corazón de la humanidad.
Sin embargo, los interventores galácticos, no pudieron verdaderamente tomar su libertad. A pesar de lo masiva que fue la influencia extraterrestre, la esencia divina dentro de cada conciencia de alma individual permaneció indestructible. El alma no puede ser destruida, aunque su naturaleza libre y divina sea velada por un largo tiempo. Esto está relacionado con el hecho de que el poder al fin de cuentas no es real. El poder siempre alcanza su final a través de las ilusiones de miedo e ignorancia. Éste solo puede esconder y velar las cosas; no puede verdaderamente crear o destruir nada.
Más aún, este verdadero ataque sobre las almas terrestres no solo trajo oscuridad a la tierra. Éste logró, sin intención alguna, iniciar un profundo cambio en la conciencia de los guerreros galácticos, un cambio hacia una nueva etapa de la conciencia: iluminación o segunda inocencia.
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